EC exige respeto a la sentencia del Tribunal Supremo sobre el ‘procés’
Empresaris de Catalunya hace un llamamiento a las instituciones autonómicas y al separatismo a respetar el fallo judicial y a salvaguardar el orden público y la convivencia en Cataluña, en donde ya se ha generado durante los últimos años excesiva y gratuita inestabilidad política y económica.
EC hace un llamamiento a las instituciones autonómicas y al separatismo a respetar el fallo judicial y a salvaguardar el orden público y la convivencia en Cataluña.
- Empresaris de Catalunya, organización que agrupa a más de 500 empresarios, autónomos y directivos de empresas catalanas favorables al respeto a la ley y el mantenimiento de Cataluña dentro de España, considera que la sentencia del Tribunal Supremo, conocida hoy, debe ser, lógicamente, respetada y cumplida por todos.
Esta sentencia es la culminación de un proceso judicial que se ha llevado a cabo con todas las garantías, tal y como corresponde a una democracia de primer nivel como es España.
- Los hoy condenados eran perfectamente conocedores de que sus irresponsables actos tendrían consecuencias jurídicas.
- Eran igualmente conscientes de la tensión y peligro de quiebra social al que nos habían expuesto a todos.
- La labor del Magistrado Marchena y del resto de jueces del Tribunal Supremo ha sido encomiable.
Carlos Rivadulla, presidente de EC, afirma que la democracia siempre vence.
- Y que los políticos separatistas que tengan la intención de volver a incumplir la ley y a atentar contra nuestra democracia, se encontrarán nuevamente con la respuesta de la justicia.
- Pero también con la oposición de una buena parte de la sociedad civil catalana que siempre hará frente a los intentos de algunos de quebrar las normas que rigen nuestra convivencia.
EC hace un llamamiento a que cualquier protesta o manifestación que se realice por parte del separatismo se haga dentro de la legalidad y con el máximo respeto al orden público y a la convivencia.
- Cualquier intento de hacer una “parón general”, de cortar carreteras o infraestructuras, o de paralizar la economía, no solo supondría la vulneración del derecho del resto de catalanes al trabajo o a la libre circulación, sino que amenazaría, de nuevo, con crear más desconfianza e inestabilidad económica en la región. Algo que no nos podemos permitir más.
Cataluña ya ha generado durante los últimos años excesiva y gratuita inestabilidad política y económica.
- Sin la confianza de nuestros empresarios, consumidores, proveedores o inversores, se está poniendo en serio peligro el bienestar y el empleo de los catalanes en el medio y largo plazo.