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SCC pide revisar y modificar el decreto que regula el uso de las lenguas en las escuelas

Societat Civil Catalana presenta escritos de queja al Defensor del Pueblo, Síndic de Greuges de Cataluña, Sindicatura de Greuges y Oficina por la No Discriminación del Ayuntamiento de Barcelona.

Comunicado público de Societat Civil Catalana (SCC).


  • Pedimos a las instituciones defensoras de los derechos y las libertades públicas de los ciudadanos que insten a la Generalitat a revisar y modificar el decreto que regula el uso de las lenguas en las escuelas.
  • La normativa es una herramienta de exclusión de la lengua española, vulnera derechos fundamentales reconocidos en la Constitución, ataca la cohesión social y cercena la igualdad de oportunidades de los ciudadanos.

Societat Civil Catalana ha presentado sendos escritos de queja ante el Defensor del Pueblo, Síndic de Greuges de Cataluña, Sindicatura de Greuges de Barcelona y en la Oficina por la No Discriminación del Ayuntamiento de Barcelona para que, en el marco de sus competencias como instituciones defensoras de los derechos fundamentales y libertades públicas de los ciudadanos, insten a la Generalitat a revisar y modificar el Decreto 91/2024 del régimen lingüístico del sistema educativo no universitario de Cataluña, que regula el uso del catalán como lengua vehicular en las escuelas catalanas.

En septiembre de 2023, en la fase de información pública, SCC actuó en vía administrativa para evitar la aprobación del decreto. En las correspondientes alegaciones ⎼no atendidas por la Generalitat⎼ ya alertábamos de sus efectos perniciosos.

Con el pretendido objetivo de fortalecer el uso del catalán y asegurar la cohesión social, el decreto del gobierno catalán nace como una inquietante herramienta de exclusión y discriminación de la lengua española, dado que limita el uso del castellano a funciones curriculares específicas ⎼como la enseñanza de lengua y literatura castellana⎼ y a casos muy puntuales que deberán ser claramente justificados en los proyectos lingüísticos de cada centro educativo.

El alcance del decreto no se limita a las aulas; afecta también a las actividades complementarias y extraescolares (parte esencial del proceso educativo), así como a las comunicaciones internas y externas de los centros escolares, que deben realizarse única y exclusivamente en catalán. Estas medidas derivan en una clara vulneración de derechos fundamentales protegidos por la Constitución Española; especialmente el derecho a no ser discriminado por razón de lengua. El artículo 3 de la Carta Magna establece que el castellano es la lengua oficial del Estado y que todos los ciudadanos tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. Un derecho y un deber fundamentales para asegurar la igualdad de todos los españoles en el uso de la lengua independientemente de su comunidad autónoma de residencia.

Asimismo, el decreto contraviene numerosas resoluciones judiciales que aseguran una educación bilingüe y equilibrada e ignora que el Estatuto de Autonomía de Cataluña reconoce los dos idiomas como lenguas cooficiales.

Consideramos que la discriminación lingüística resultante de este decreto no sólo afecta a los derechos individuales de los ciudadanos, sino que tiene graves implicaciones para la cohesión social y la integración: al imponer el catalán como lengua vehicular de manera exclusiva o preferente se crea una barrera que dificulta la inclusión y la participación de aquellos ciudadanos con el castellano como lengua materna. Relegar a los alumnos castellanohablantes a una posición secundaria afecta a su autoestima y a su percepción de pertenencia a la comunidad educativa. La cohesión social se ve comprometida cuando una parte significativa de la población observa cómo su lengua y cultura son menospreciadas.

El grave impacto en términos de igualdad de oportunidades resulta más que evidente si tenemos en cuenta que el desarrollo personal y profesional de los estudiantes está ligado a una educación no discriminatoria de calidad. Unas desigualdades que afectan también negativamente a los profesores que no cumplen con los severos requisitos lingüísticos impuestos para el ejercicio de la docencia en Cataluña.

Por todo ello, pedimos amparo a las instituciones defensoras de los derechos de los ciudadanos para que:

  • Evalúen la conformidad del decreto con la Constitución Española.
  • Revisen las sentencias judiciales pertinentes.
  • Consideren el impacto en la cohesión social y en la igualdad de oportunidades.
  • Revisen la exigencia del nivel C2 de catalán para el personal docente.
  • Se dirijan a la Generalitat de Cataluña para instar la revisión y modificación del decreto, asegurando que catalán y castellano reciben el mismo trato en el sistema educativo.
  • Promuevan la mediación y el diálogo entre las autoridades educativas y las asociaciones civiles para encontrar soluciones consensuadas respetuosas con la diversidad lingüística y cultural de Cataluña.