Nos encontramos en un
momento no solo de tensión
política, sino también social.
Las calles están saturadas de mensajes pro-independentistas de
diversas asociaciones. Mucha diversidad, pero un solo objetivo:
movilizar a los ciudadanos pro-independencia.
Ante esta situación,
necesitamos:
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Lanzar un mensaje que lleve a la reflexión para recuperar la calma.
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Generar un gran impacto pero sin politizar ni provocar enfrentamientos.
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Diferenciarnos del resto de actores sociales.
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Apostar por un mensaje único, potente y memorable.
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Utilizar un tono cercano a nuestro marco mental.
El pueblo catalán siempre se ha caracterizado por ser una extraña mezcla entre el seny y la rauxa.
El seny nos hace capaces de crear castillos humanos de 20 metros, y la rauxa es lo que nos da coraje para subir sin miedo.
Pero ahora, en un momento en que la rauxa ha inundado las calles, solo necesitamos una cosa.
Porque son 4 letras
que lo dicen todo.
Es lo que nos ha llevado a ser lo
que somos y tener los éxitos que
hemos tenido.
Y es justo lo que la sociedad
catalana ahora mismo necesita
recuperar.
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El seny será
nuestro territorio.
Es un concepto que se ha utilizado en discursos, tertulias y artículos durante mucho tiempo. Pero nadie ha capitalizado el concepto.
Es el momento adecuado para diferenciarnos del resto de actores sociales y políticos y trabajar el terreno del seny, como una cualidad tan característica de nuestro pueblo y que ahora tanto necesitamos.
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La propuesta creativa es
directa, potente y con gran
impacto visual.
Trabajamos un juego conceptual que representa que ante el efecto dominó que ha provocado la rauxa, el seny será lo único que pueda calmarlo.
El diseño es directo, inteligente y elegante. Nos aporta la potencia visual que necesitamos para destacar ante el resto de cartelería.
