Esta fecha relevante se celebra en varios países, especialmente en Hispanoamérica, y está relacionada con la solemnidad cristiana de la Anunciación, cuando, según la tradición católica, el Arcángel Gabriel anunció a la Virgen María que sería madre de Jesús.
Fue establecido oficialmente en Argentina en 1998 por el entonces presidente Carlos Menem, inspirado en el mensaje provida del papa Juan Pablo II. Desde entonces, países como El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, Perú, Ecuador, República Dominicana, Chile y España han adoptado la celebración.
Su objetivo es concienciar sobre el valor de la vida humana desde la concepción y promover el apoyo a mujeres embarazadas.
En este día las asociaciones provida organizan misas, encuentros religiosos, conferencias y campañas de sensibilización sobre el embarazo y los derechos del niño por nacer. Como por ejemplo estas convocatorias anunciadas en la agenda de Salir al Aire:
En cada niño nace la humanidad
Esta frase es atribuida a Jacinto Benavente, dramaturgo español y Premio Nobel de Literatura en 1922.
Su significado resalta la idea de que cada niño representa una nueva oportunidad para la humanidad, un renacer de la esperanza, la inocencia y el futuro. Es una reflexión sobre la importancia de proteger y valorar la vida desde sus inicios.
Un mensaje de esperanza ante la duda.
Dar vida a un nuevo ser genera en ocasiones dudas sobre su oportunidad. Sabemos que el camino puede parecer incierto y lleno de miedos, pero cada vida que llega al mundo trae consigo un propósito único. El hijo, aún en el vientre, ya es un ser irrepetible, con una historia que merece ser escrita, con un amor que está esperando florecer.
Nadie dice que será fácil, pero los padres no están solos. Hay personas y organizaciones dispuestas a acompañarlos, a tenderles una mano en este momento de dudas. En cada latido de ese pequeño corazón hay esperanza, y en sus manos está la decisión de dar un sí a la vida.
Si en cada niño nace la humanidad, en los padres está el poder de acoger el milagro de una nueva existencia.
La primera felicidad de un niño es saber que es amado.
Esta otra frase es de san Juan Bosco (don Bosco), sacerdote y educador italiano, fundador de la congregación salesiana.
Su mensaje nos recuerda que el amor es la base del bienestar y desarrollo de un niño. Antes de cualquier enseñanza o posesión material, lo que realmente llena el corazón de un pequeño es sentirse querido y protegido.
Para los padres que dudan sobre dar vida, esta frase es un recordatorio de que su amor es el primer regalo y la primera seguridad que un hijo necesita. No se trata de tener todas las respuestas o los medios perfectos, sino de ofrecer un corazón dispuesto a amar.