Editorial

«Navigare necesse est, vivere non necesse».

Esta fue la frase que, según Plutarco, la pronunció Pompeyo cuando ordenó a sus naves que, a pesar de una gran tormenta, partieran hacia Roma con el trigo en otros puertos del Mediterráneo.

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Esas palabras de Pompeyo, estimularon a los marineros a levar anclas y desplegar velas. Habían entendido que el sentido de la vida era más grande que el vivir, y si Roma moría y ellos no arriesgaban, esa vida carecería de sentido. Tradicionalmente se cita para indicar desprecio por las necesidades contingentes y la exaltación de ideales posteriores.

«Navigare necesse est, vivere non necesse» ha sido traducida a las lenguas modernas de muchas maneras, tal vez la más acertada sea la de Fernando Pessoa, quien la tradujo así: «Navegar es preciso, vivir no lo es». Y dejó escrito:

Quiero para mí el espíritu de esta frase, transformada
la forma para casarla con lo que yo soy; vivir no
es necesario; lo que es necesario es crear
.

No cuento gozar mi vida; ni en gozarla pienso.
Sólo quiero tornarla grande, pese a que para eso
tenga que ser mi cuerpo y mi alma la leña de ese fuego.

Sólo quiero tornarla de toda la humanidad; pese a que para eso
tenga que perderla como mía.

Cada vez más así pienso. Cada vez más pongo
en la esencia anímica de mi sangre el propósito
impersonal de engrandecer la patria y contribuir
a la evolución de la humanidad.

Es la forma que en mí tomó el misticismo de nuestra raza.

Fernando Pessoa (1888-1935)

Una interpretación épica nos sugiere una sociedad expectante en el muelle de la vida, amedrentados ante la bravura de una mar en la que han visto fracasar demasiadas naves. Pero no es solo un tema de decisión, necesitan ser acompañados de líderes e ideales.

La necesidad de ideales es una parte fundamental de la condición humana. Los ideales son principios, valores o metas que guían nuestro comportamiento y nos ofrecen un sentido de propósito. Nos proporcionan una brújula moral y una dirección en la vida. Nos ayudan a tomar decisiones y a determinar qué es lo más importante para nosotros.

Sin un ideal, las personas pueden sentirse perdidas. A menudo están ligados a nuestra identidad personal y cultural. Formando parte de la tradición, la religión, o los valores familiares, brindando un sentido de pertenencia y conexión con los demás.

Gracias a la fortaleza de unos ideales de prosperidad y conocimiento, la navegación a vela hizo posible el descubrimiento del mundo a través de los mares, uno de los capítulos más fascinantes de la historia. A lo largo de los siglos, los seres humanos han utilizado los océanos como vías para explorar, comerciar y expandir sus horizontes.

La navegación marcó el comienzo de la globalización y sentó las bases del mundo moderno. Este período de exploración transformó la comprensión geográfica del planeta, conectó culturas dispares y dejó un legado duradero en términos de conocimientos, comercio y relaciones internacionales. Fue el medio que permitió a la humanidad redibujar el mapa del mundo y establecer las bases de la interacción global que hoy conocemos.

La España incipiente de finales del siglo XV descubrió un nuevo continente que acabó llamándose América, y allí otra España prosperó incluso mejor que en la metrópoli. Ahora, en Barcelona, ante la atenta mirada de un pétreo y monumental Cristóbal Colón, se celebrará un campeonato de vela moderna cuyo trofeo lleva por nombre América. El mismo nombre de un continente cuyo contenido fue forjado por nobles ideales de Hispanidad, inspirados en la herencia dejada por Roma en la la antigua Hispania. La Roma de aquel Pompeyo que supo enardecer a aquellos marineros para no quedarse amedrentados ante la bravura de una mar.

Bienvenidos al puerto de Barcelona, tripulantes de la Copa América, y que este mar Mediterráneo y sus vientos os proporcione grandes satisfacciones deportivas, pero también la emoción de saber que vuestros barcos compartirán el mismo espacio en el que tantas galeras y galeones arribaron y partieron para hacer posible el milagro de la vida: la necesidad de navegar.


Sobre la 37ª Copa América

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