Editorial

Día de la Mercè 2024... de Ntra. Sra. de la Mercè, patrona de Barcelona.

Que en esta festividad tan especial, el espíritu de unión, la calidez de la familia y la alegría compartida entre amigos nos acompañen en cada momento. Que la Mercè llene nuestra vida de luz, amor y felicidad. Bon dia!

El Día de la Mercè tiene profundas raíces cristianas, ya que ⎼supuestamente⎼ se celebra en honor a la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona. La devoción a esta Virgen comenzó en el siglo XIII, cuando, según la tradición, la Virgen María se apareció a san Pedro Nolasco, san Raimundo de Peñafort y al rey Jaime I, pidiéndoles que crearan una orden religiosa para redimir a los cautivos cristianos que estaban en manos de los sarracenos. De esta aparición nació la Orden de la Merced.

Siglos más tarde, en 1687, Barcelona sufrió una plaga de langostas y se puso en manos de la Virgen de la Mercè. Acabada la plaga, el Consejo de la Ciudad la nombró patrona de Barcelona.

Desde entonces, el espíritu cristiano en el Día de la Mercè se refleja en valores como la caridad, la solidaridad y la liberación. Es un día que invita a la reflexión sobre la misericordia y el amor al prójimo, inspirado en el ejemplo de la Virgen, quien encarna la compasión y la protección de los más necesitados.

Aún así, el Ayuntamiento de Barcelona ha eliminado la misa del programa oficial de las fiestas de la Mercè. Fuentes del Ayuntamiento abundan que “desde el respeto a todas las creencias, entendemos que las celebraciones litúrgicas no han de aparecer en el programa oficial de las fiestas atendiendo a su vocación popular y laica. Así lo comunicó el alcalde Collboni por carta en julio a las comunidades religiosas que se dirigieron al Consistorio para pedir que la misa apareciera en el programa”. Argumento muy similar al de su antecesora, Ada Colau.

Sin embargo, para muchos, la misa es una parte central de la celebración y representa la dimensión espiritual y tradicional de la fiesta. A pesar de su exclusión del programa oficial, la misa sigue celebrándose en la Basílica de la Mercè, pero como un acto religioso independiente, organizado por la Iglesia y los fieles.

Pero, ya no solo es la eliminación de la misa del programa, sino también de cualquier rastro de nomenclatura que sugiera cristiandad. La Virgen de la Mercè es ahora la Mercè a secas. Y ya veremos si, en el futuro, hasta pudiera ponerse en cuestión el propio nombre de Mercè, merced de las influencias que buscan subrayar a toda costa el carácter laico y mundano de las fiestas.

En cualquier caso, que en esta festividad tan especial, el espíritu de unión, la calidez de la familia y la alegría compartida entre amigos nos acompañen en cada momento. Que la Mercè llene nuestra vida de luz, amor y felicidad. Nuestra Señora también sabrá agradecer que la visitemos en su basílica.

Bon dia!