Quiero, puedo y me lo merezco. Las mujeres pueden con todo... ¡y más!
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha clave para reflexionar sobre reconocimiento del papel fundamental de las mujeres en la sociedad. Sin embargo, esta conmemoración se ha convertido en un día de reivindicación, con mensajes gestionados por ideologías políticas que han optado por la acción y la confrontación.
El Día Internacional de la Mujer no nació para contraponer a hombres y mujeres,
...Sino para visibilizar las desigualdades que han afectado históricamente a las mujeres y exigir cambios en busca de la equidad. Sin embargo, en algunos sectores del debate público, hay quienes interpretan que ciertos discursos feministas generan una oposición entre géneros.
El feminismo, en su esencia, busca cuestionar las estructuras de poder que han perpetuado desigualdades, así, las luchas por derechos como el voto, el acceso al trabajo en igualdad de condiciones o la erradicación de la violencia de género han beneficiado a toda la sociedad. Pero hay posturas dentro del feminismo que son más radicales y se expresa en términos de confrontación, lo que genera debates sobre si esto ayuda o perjudica la causa.
Pero con el tiempo, el feminismo se ha dividido en diversas corrientes con enfoques y estrategias distintas. Estas diferencias han generado tensiones internas y debates sobre cómo abordar la lucha por los derechos de las mujeres. Algunas de las principales divisiones son:
- Desde el feminismo que busca la igualdad de derechos dentro del sistema actual, promoviendo reformas legales y cambios graduales en el acceso a la educación, el trabajo y la representación política. Hasta el que considera que la opresión de las mujeres es estructural y que el patriarcado está profundamente arraigado en la sociedad, por lo que aboga por una transformación total del sistema.
- El que plantea que hombres y mujeres deben tener las mismas oportunidades y derechos, eliminando cualquier tipo de diferenciación basada en el género. Mientras que otra perspectiva reconoce diferencias biológicas y culturales entre hombres y mujeres, pero sin que esto implique desigualdad, sino una valorización de lo femenino en la sociedad.
- El que considera que el feminismo debe centrarse exclusivamente en las mujeres cisgénero (aquellas cuya identidad de género coincide con su sexo biológico) y rechaza la inclusión de mujeres trans en los espacios feministas. Confrontado con el que defiende que las mujeres trans también enfrentan opresión patriarcal y que el feminismo debe incluirlas en la lucha por la igualdad.
- O el feminismo que rechaza la prostitución y la pornografía porque las considera formas de explotación sexual y violencia patriarcal; exigiendo su eliminación y la reinserción social de las mujeres que trabajan en esos sectores. Y el que defiende el derecho de las trabajadoras sexuales a ejercer de manera legal y segura, promoviendo regulaciones que protejan sus derechos laborales.
Todas esta divisiones muestran un exceso de diversidad que generan tensiones y conflictos entre distintas corrientes. Algunas de estas diferencias han provocado fuertes rupturas, especialmente en temas como la identidad de género y la prostitución. Con la consiguiente dificultad para avanzar en las aspiraciones idealizadas en favor de la equidad y la justicia social, a la vez de un claro distanciamiento de una parte relevante de la sociedad.
Mientras en el llamado Occidente político el movimiento feminista ha impuesto su agenda exclusivamente reivindicativa, en países como Polonia, Rusia, Ucrania y otros de Europa del Este, el Día Internacional de la Mujer tiene un enfoque más tradicional y festivo que reivindicativo. Se celebra con regalos, flores, actos culturales... En la época soviética, la fecha estaba vinculada a la exaltación de la mujer trabajadora, y se convirtió en un festivo oficial con homenajes en fábricas y escuelas.
Se trata de una visión en donde se pone el acento en la feminidad y en sus raíces tradicionales en contraposición de la visión reivindicativa del feminismo. Mientras en Europa del Este se mantiene una celebración más ligada al respeto y la admiración por las mujeres, en otros países el día tiene un tono más combativo. Esto ha generado debates sobre si debe ser un día de lucha o una jornada de reconocimiento y celebración.
Quiero, puedo y me lo merezco.
En cualquier caso, las mujeres han demostrado una y otra vez su fuerza, resiliencia y capacidad para romper barreras en todos los ámbitos de la vida. Desde la ciencia hasta el arte, desde la política hasta el deporte, las mujeres siguen conquistando espacios y demostrando que no hay límites cuando se lucha por lo que se quiere.
- Quiero: Porque los sueños y las aspiraciones de cada mujer son válidos y merecen ser perseguidos.
- Puedo: Porque la determinación, el talento y el esfuerzo abren caminos donde antes había obstáculos.
- Me lo merezco: Porque la igualdad no es un privilegio, es un derecho.
Las mujeres pueden con todo… ¡y más! Porque la historia lo ha demostrado y el futuro seguirá escribiéndose con más logros, más voces alzadas y más oportunidades conquistadas. Hasta lograr la armonía familiar y la conciliación laboral necesaria para dejar un legado de prosperidad, educación y valores a las nuevas generaciones.