Conmigo o contra mí. O lo que viene siendo yo o el caos.
El problema de Cataluña ha dejado de serlo para sus gestores y se ha convertido en el problema de España.
Publicado en primicia en Libertad Digital (5/12/2024), y varios días después por Salir al Aire (con autorización del autor). Leerlo en el sitio web original.
Y tot el camp és un clam (todo el campo es un clamor). El congreso sanchista de Sevilla bien podría haber acabado con esta estrofa del himno del Barça. Y después proceder a enterrar al PSOE.
La misma polarización con la que Pedro Sánchez ha logrado envenenar a la sociedad española para lograr acabar con el debate de ideas propio de las democracias liberales, la ha culminado en el propio partido reduciendo el debate a fieles y traidores, conmigo o contra mí; vamos, lo que viene siendo como dice el paleto, yo o el caos. El mal que está haciendo este hombre a la sociedad española, a su democracia y a la argamasa cívica y moral de las nuevas generaciones es espantoso. Difícil de apreciar ahora, porque los procesos de asunción de comportamientos cívicos y morales son lentos, pero su ausencia, cuando se afianza y generaliza, es letal. Por lo pronto, la educación sigue en caída libre.
Tras ellos ya no hay militancia, sólo melancolía. Ahora todo se reduce a tropa.
El PSOE ha muerto, larga vida al sanchismo, se oyó decir en el Congreso de Sevilla. Y no murió porque su ciclo se hubiera acabado, sino porque un Nerón vestido de Armani decidió enterrarlo vivo. Porque vivo está el PSOE de Felipe González, Besteiro, Nicolás Redondo, Fernando de los Ríos, Alfonso Guerra, Corcuera, Leguina o Paco Vázquez. Vivo en sus personas y legado, nada más. Tras ellos ya no hay militancia, sólo melancolía. Ahora todo se reduce a tropa. No sé qué es más patético, el proceder de aquel fantasmón, o el rebaño que le sigue.
Esta mañana (5/12/2024), en la entrevista que le hicieran en esRadio a los autores del libro recién publicado Puigdemont, el integrista que pudo romper España (Pablo Planas e Iñaki Ellakuria) fue unánime la percepción entre los tertulianos de que ya nadie se interesa por Cataluña y sus obsesiones. Como si de pronto sus bravatas y delirios de grandeza hubieran dejado de preocupar e interesar a la política española y al periodismo nacional. Tal cual.
El hartazgo es evidente, pero no sus consecuencias.
Y es verdad, a mí mismo, que sigo aquí, a pie de calle, me aburre sobremanera hincarle el diente a sus delirios nacionales, a sus exclusiones lingüísticas, a su ombliguismo y sus exabruptos clasistas y xenófobos contra todo lo que huela a España. El hartazgo es evidente, pero no sus consecuencias. Estas se han trasladado de barrio, o de bando, como quieran. No se debe a que hayan perdido, en realidad han muerto de éxito. Todas sus ínfulas han infectado el tejido moral, político y social de la política española. Hagamos un repaso.
- LAWFARE.
Su acusación a España de lawfare (supuesta persecución judicial contra Cataluña por parte del Poder Judicial español), ya no es un cuento malintencionado del catalanismo para mantener a sus fieles apretados en rebaño, ha sido asumido por el Gobierno español de Pedro Sánchez, sus ministros y sus terminales mediáticas. En lenguaje y contenido. No solo para contentar a sus socios separatistas y justificar la amnistía, sino también para legitimar los indultos en sus propias filas con sentencias judiciales firmes, y deslegitimar a los Jueces ante los múltiples casos de corrupción que le rodean. Como los nacionalistas en Cataluña, ahora Pedro Sánchez, sus ministros, y sus terminales mediáticas arremeten contra los Jueces como siempre lo hicieron en Cataluña los catalanistas en nombre de la separación de poderes que ellos jamás respetaron. Desde el incumplimientos de sentencias judiciales sobre exclusión y multas lingüísticas o el de la ley de banderas, a la corrupción del 3 % de la etapa de Pujol, la malversación de fondos públicos para preparar una sublevación contra el Estado o los fraudulentos referéndums de autodeterminación.
- ESTADO PLURINACIONAL.
Su complejo de nación oprimida por un Estado opresor en nombre del derecho de los pueblos de Europa a ser libres también se ha trasladado de bando. Ahora es el Gobierno de España y sus socios neocomunistas, populistas y separatistas los que actúan como si España fuere un Estado plurinacional en contra del Art. 2 de la propia Constitución: "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles…". Hoy, en su aniversario, hay que recordarlo más que nunca.
- EL CUENTO DE LA ULTRADERECHA.
Fue en la Cataluña pujolista de los años ochenta donde se utilizó el conjuro de la ultraderecha para mantener a raya a cualquier tipo de disidencia al nacionalismo. Técnica de satanización del adversario político, que Pedro Sánchez y toda la izquierda española hoy utilizan contra cualquier forma política que no sea la suya. Esa bipolarización guerracivilista de la España sanchista ya la sufrimos en Cataluña con las consecuencias que están a la vista. A pesar de que el nacionalismo no ha ganado las elecciones, y gobierna el socialista Salvador Illa, todo el poder político, institucional, cultural, deportivo etc. sigue en manos exclusivas del catalanismo. Hoy el PSC de Salvador Illa hace el trabajo sucio al nacionalismo. Incluida la exclusión de los castellanohablantes.
- EL BAILE SINCRONIZADO DE PARTIDOS INCOMPATIBLES ENTRE SÍ.
Pedro Sánchez aspira a perpetuarse en el poder manteniéndolo con partidos incompatibles entre sí. Desde socialdemócratas a ultraconservadores nacionalistas, herederos del crimen y xenófobos. Con un solo objetivo común: acabar con España y sacar tajada mientras llega ese momento. Exactamente el mismo ideario que han tenido y tienen todos los partidos catalanistas en Cataluña. Siempre se han apañado para tener a raya a partidos españoles y colaborar en lo suyo. Lo tenían fácil, en Madrid nunca le plantaron cara.
España es hoy el reflejo político de lo que Cataluña ha sido en los últimos 40 años. Así que, el problema de Cataluña ha dejado de serlo para sus gestores, y se ha convertido en el problema de España. Esto lo tiene que tener en cuenta Feijóo y todos los sorayos del PP que siguen sin enterarse de qué van los nacionalistas periféricos. Sólo han de fijarse en lo que es hoy España, y cómo nos trata el gobierno.
CODA: La física de Dios, Joseph Selbie:
"A los ortodoxos de la religión les preocupa más proclamar lo que distingue a la suya (que, para ellos, es claramente superior) de todas las demás religiones, que destacar las verdades que todas comparten. Y lo peor de todo es que los ortodoxos de la religión son inexpugnables en su creencia de que la suya, y solo la suya, es la verdadera".