La trayectoria de la sociopolítica mundial lleva dos siglos en la misma dirección, consolidando un poder omnímodo, totalmente en la dirección contraria a lo que el proceso de la civilización, la tecnología y el bienestar actual en el mundo habrían de suponer, y es el avance democrático de igualación en el modus vivendi de todos los ciudadanos de la Tierra. Al contrario, vamos a pasos agigantados, encaminados a dejar que el 80 % de la riqueza mundial esté en menos del 1% de la población (Ej.- Las dos empresas estadounidenses Black Rock y Vanguard acumulan un capital semejante a la octava potencia mundial; concretamente ambas son dueñas mayoritarias de las acciones de nuestras empresas del IBEX 35. Recientemente el ministro Puente aplaudió que Black Rock invirtiera 60.000 millones, pero ellos no invierten, compran países enteros a precios de saldo). Y así se agranda el incremento de desigualdades entre las naciones.
A los hispanos nos interesa ser un grupo más de esos (Brics), los países de habla española.
Hace sólo unos días ha abierto el telediario con la bronca del vicepresidente de EE. UU a Europa, por no ser ésta partidaria de que Trump decida con Putin el destino de Ucrania. Sigue pues la inercia de los dos polos o bloques conformados tras la Segunda Guerra Mundial (EE. UU y Rusia); pero como todo acaba, las últimas crisis ponen de manifiesto que se apunta a una nueva época donde los grupos sean más, para evitar este oligopolio u oligarquía mundial que es la globalización. Le han llamado los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), pero a los hispanos nos interesa ser un grupo más de esos, los países de habla española, la Hispanidad, que será posible cuando nos concienciemos todos de que éste es el futuro (como insisten: Marcelo Gullo, el coronel Pedro Baños, Fernando de Paz, Zunzunegui, Santiago Armesilla, Cristina Martín Jiménez, López Linares, Manuel Lucena, Guadalupe Jiménez Codinach, Constantino de Miguel, Alberto Gil Ibáñez, María Elvira Roca Barea y tantos más), una vez que se deshaga la Europa (ya empezó con el brexit del Reino Unido en diciembre de 2019), sentenciada a empobrecerse con la agenda 2030.
Hoy nos vamos a centrar con Cristina Martín Jiménez, periodista, autodidacta, en varios aspectos de la actualidad; ha investigado el Club Bilderberg creado por la CIA, en 1950, contra el expansionismo soviético; y creador a su vez, de la Unión Europea, con la ayuda de David Rockefeller. Su último libro Agenda 2030, libertad o tiranía. La ideología del Club es el globalismo, la red del elitismo, una red financiera internacional, los Rothschild, y adláteres suyos como Matías Daufer (fundación Cots y otras), M.ª José Cravi es copresidente de Bilderberg, con su empresa KKR que compra propiedades inmobiliarias en todos los países y su marido Enrique Cravi, presidente de la empresa de educación de Rockefeller; los Malemberg suecos. Todos están en todo: medios de comunicación, servicios secretos, arte, telefónicas, farmacéuticas, cine... Alex Carta en inteligencia artificial (para la guerra), industrias alimentarias y la OTAN disputándose las riquezas de Rusia. Forman un comité directivo de 29 miembros.
Otro objetivo es que están intentando empujarnos a la guerra contra Rusia.
El Club ha proyectado entre otras excelencias, el cambio climático (versión entre cutre y moderna del diluvio universal), pero sólo para los pobres. También apuntan a abolir el dinero para controlar más directamente a los ciudadanos, y sus derechos, hasta llegar a abolir los Estados. Han conseguido que haya cien veces más cosas prohibidas que hace 30 años, dice su entrevistador Alfonso Rojo en Tiempo de hablar. Sobre su nueva lucha de clases: la ideología de género (han inventado 112 supuestos géneros). Otro objetivo es que están intentando empujarnos a la guerra contra Rusia; de ahí el proyecto de volver a poner la mili obligatoria. Y lo más importante, destruir la familia.
Cristina llega a afirmar que ya están preparando una segunda pandemia para 2025, con “pócimas mágicas” que ya han causado muertes. Pero no se atreven a usar el término real (¿vacunas?) porque temen que les cierren el canal. La verdad es un delito. Ya tienen un laboratorio secreto en Porton Down en Reino Unido.
Estos manipuladores hacen coincidir sus reuniones con grandes eventos de masas, porque dominan los medios de comunicación, son los dioses y los diablos mediáticos, de ese modo las silencian, haciendo que pasen inadvertidas. La última reunión del club de estos plutócratas estadounidenses (es la tercera en España, antes en La Toja (1989), y en Sitges (2010), en otra fuera de España con asistencia de Pedro Sánchez en 2015 tuvo lugar en un hotel de lujo en el barrio de Mirasierra, coincidiendo con el concierto en Madrid de Taylor Swift (y es usada para lanzar a los jóvenes el mensaje de la emergencia climática) y la final del Campeonato de liga de fútbol. El rey de Holanda asistió en secreto (su abuelo, el príncipe Bernardo de Holanda fue uno de sus fundadores), también la presidenta del Santander, Ana Patricia Botín (miembro de la Presidencia, ella invita a Pedro J., periodista, y ministros como Carlos Cuerpo, de Economía, y Albares de Exteriores). La presidenta de la UE. Úrsula Von der Leyen cenó con Feijóo, Ildefonso Castro, del PP, y Nadia Calviño; Pedro va a la reunión, pero no está en su agenda (lo ocultan todo). Estaba también el nieto de Laboratorios Rocher, y la encargada del Centro de Prevención de la Salud Europea, Pamela Rendy Wadner, que departía amigablemente con el presidente de Warner Discovery Internacional (medios y entretenimiento en 220 países), y un banquero austriaco también (todos los que van a forrarse). Su enemigo es el patriotismo, lo que ellos llaman “nacionalismo” porque según el Martín Wold, del Financial Time, pone en peligro el nuevo orden mundial.
Obligaron a España a entrar en la OTAN si no quería perder las Canarias.
Dice Cristina que en el Club conseguirán su objetivo cuando "todo lo que cree el pueblo norteamericano sea mentira". La Tercera Guerra Mundial comenzó cuando acabó la Segunda, pero con la nueva arma de la información. Propuestas del Club, para España: por ej. designar a Juan Carlos para suceder a Franco, por cierto, el rey Felipe VI no está jugando su papel de enlace con Hispanoamérica, su madre, doña Sofía lleva 30 o 40 años asistiendo a las reuniones del club Bilderberg; y la condena de Franco, su hitlerización es alimentar algo que no existe, la palanca que utilizan, señala Fernando Paz, contra España, que es la madre de Hispanoamérica, por eso es objetivo principal. Eliminaron a Carrero Blanco unas horas después de discutir con E. Kissinger, porque se negó a ser un títere (desde 1950 querían hacerlo desaparecer y sustituirlo por López Alegría). Obligaron a España a entrar en la OTAN si no quería perder las Canarias. Ficharon a Solana, que había sido anti OTAN, para dirigirla y en 2010 ya decía en la Universidad que la Unión Europea es el germen de un gobierno mundial. Y en 2021 Pedro Sánchez (títere incondicional suyo) en 2021 dijo la pandemia ha supuesto una oportunidad para aplicar cambios en el gobierno”.
Pero además de esta red secreta que domina el mundo, hay otras que funcionan en paralelo, así el G7, o el Foro de Davos (Suiza), otra organización no gubernamental que se reúne anualmente y se llama también Foro Económico Mundial (FEM) que en 1971 aboga por un mundo globalizado, y en 2008 organizó la Agenda Global en Dubái con 700 expertos.
