La gala del Balón de Oro que se celebró ayer en la capital francesa nos deparó un momento inolvidable para el fútbol español. España y su fútbol fueron los incuestionables protagonistas, con una acumulación de premios durante el evento que nos catapultó merecidamente a la cima del deporte rey a nivel mundial.
A meritorios premios como el recibido por la joven joya de nuestro fútbol, el jugador Lamine Yamal, galardonado con el Trofeo Kopa al mejor jugador joven, se le sumaron otros de carácter colectivo como el que reiteraba el dominio del Equipo del siglo XX, haciendo camino para repetir ese logro en el siglo en curso, al ser reconocido el Real Madrid como el mejor equipo de fútbol masculino del año pasado. Del mismo modo, la sección azulgrana de fútbol femenino obtuvo también el premio como el mejor equipo del 2023, copando de ese modo los premios colectivos en favor de la representación española.
La guinda a esa gran cita la pusieron nuestros mejores embajadores actuales del fútbol patrio, al recaer el máximo reconocimiento individual en dos figuras de nuestro deporte como son Aitana Bonmatí, Balón de Oro femenino, y Rodrigo Hernández “Rodri”, Balón de Oro masculino. En sus intervenciones, con el balón dorado ya en sus manos, hicieron gala de su deportividad y compromiso con los equipos en los que juegan, al señalar que ese logro individual era consecuencia del buen trabajo y rendimiento del conjunto de compañeros que los integran. El Barcelona en el caso de Aitana y el Manchester City en el de Rodri, con la alusión entrañable de ambos al equipo de todos, a la selección nacional española, de la que son puntales y grandes referentes.
España tocó ayer la cumbre del deporte rey y, si las cosas siguen como deseamos, ese dominio absoluto en el fútbol mundial no ha hecho más que empezar.