¿Migración bienvenida?

Como nieto de emigrantes gallegos que fueron a Inglaterra, debo decir que las comparaciones son odiosas al referirse a España como un país también de emigrantes.


Publicado en primicia en El Catalán (29/08/2024), y varios días después por Salir al Aire (con autorización del autor). Leerlo en el sitio web original

Escuchar al presidente del Gobierno debería estar incluido entre los posibles riesgos y causas de deterioro en las mentes de los sufridores que escuchan sus mensajes. No es para menos tras sus comentarios a colación de las migraciones, con la que nos está cayendo por la intensa llegada de ilegales desde su querido Marruecos.

El argumento de que nos garantizan la durabilidad de nuestro estado de bienestar es interesadamente alucinante. No sé si quiere referirse a que garantizamos el uso y la saturación de nuestro sistema sanitario, que tenemos más entretenidos y estresados a los cuerpos de seguridad, que se mueve la economía al generarse faena en el sector de la reparación de daños, que se potencia la creación de empleo público para el reparto de bonos y subvenciones, que logramos un mayor aprovechamiento de los espacios y parques públicos, o, por acabar con los ejemplos, que damos uso y se logra aprovechar el parque de viviendas de segunda residencia que tanto esfuerzo han supuesto para los ahorradores y verdaderamente cotizantes del Estado. Yo, por más que lo intente, no veo mucha contraprestación, salvo casos singulares que verdaderamente generan valor en la economía y que llegaron para trabajar hace tiempo… ¿de verdad nos creemos que los que ahora vienen serán los que nos van a pagar las pensiones?

Por otro lado, como nieto de emigrantes gallegos que fueron a Inglaterra, debo decir que las comparaciones son odiosas al referirse a España como un país también de emigrantes. Lo que yo conozco del tema, en referencia a mis familiares, le puedo decir que fueron con la certidumbre de que hacía falta su trabajo y tenían asegurada la colocación antes de irse para allá. Por tanto, el aprovechamiento del Estado de bienestar británico lo disfrutaron como contribuyentes directos, no como subsidiados ni mantenidos. Ojalá se implementara aquí y ahora ese mismo modelo de llegada, evitando todos los que no vienen a sumar.

He llegado a pensar, dada su patológica necesidad de poder, que lo que pretende es meramente electoralista y, a base de ayudas y subvenciones bien decoradas, lograr un vínculo que amplíe a futuro la base electoral y garantice esa vanidad que le pierde.