La lógica del nacionalismo es siempre la misma: dame lo que pido o atente a las consecuencias.
Ahora mismo hay un peligroso clima de tensión en la sociedad catalana a cuenta de los lazos amarillos con exaltados en ambos lados. Pero no nos equivoquemos: el problema reside en que los que dan por descontado que Catalunya es solo suya no aceptan que se les discuta su derecho al monopolio del espacio público y al uso partidista de las instituciones o los Mossos. Nada nuevo, solo que años atrás casi nadie rechistaba.
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Ante la trascendente polémica sobre los lazos y la neutralidad del espacio público no cabe la equidistancia. Está en juego la razón democrática. Mañana publico esto. https://t.co/4N9QVZYcOf
— Joaquim Coll (@joaquimcoll) 31 de agosto de 2018