1/ "Usa tu lengua, es lo normal." Pero, ¿qué es lo normal en una sociedad donde la diversidad lingüística es parte de nuestra esencia? En Cataluña, el uso del catalán y del castellano debería ser un reflejo de convivencia y no una fuente de tensión. 🧵⬇️
— Julio Villacorta (@JVillacortabcn) October 23, 2024
Transcripción del hilo de conversación...
- "Usa tu lengua, es lo normal". Pero, ¿qué es lo normal en una sociedad donde la diversidad lingüística es parte de nuestra esencia? En Cataluña, el uso del catalán y del castellano debería ser un reflejo de convivencia y no una fuente de tensión.
- ¿Es normal que hablar una lengua te sitúe automáticamente en un bando político? Vivimos en un mundo donde la lengua es identidad, sí, pero también es herramienta de comunicación. Y la comunicación es un puente, no un muro.
- Imponer el uso de una lengua sobre otra, sea cual sea, no solo vulnera la libertad de expresión, sino que erosiona la riqueza cultural de nuestro territorio. La verdadera normalidad es respetar el derecho de cada individuo a elegir su lengua.
- La Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias no aboga por una supremacía lingüística, sino por la protección. Promover no es excluir; fomentar no es censurar. Defender una lengua no debería significar enterrar a otra.
- “Usa tu lengua, es lo normal” debería ser un lema de libertad y no de presión. Porque la lengua materna, esa que aprendemos en casa, nos conecta con nuestras raíces y, a la vez, nos permite soñar y crear un futuro común.
- ¿Y si la normalidad fuera la convivencia sin que cada palabra que decimos se convierta en una declaración política? Un bilingüismo auténtico, donde hablar catalán y castellano fluya con la misma naturalidad, sin prejuicios ni divisiones.
- En Cataluña, tenemos que demostrar que la diversidad nos fortalece. ¿Por qué no podemos demostrarlo también que la libertad de elegir una lengua nos hace más grandes, más respetuosos, más unidos?
- La lengua, como la cultura, no se impone. Se vive, se transmite y, sobre todo, se elige. En esa elección reside la verdadera normalidad. No dejemos que nos impongan una visión única del mundo.
