Desfile pasado por agua. Por Rafael Dávila.

Jarreaba. Al agua cuando la sacas no hay cauce que la conduzca. Como a las tropas. Cuando las sacas del cuartel ya se sabe, volver de vacío es desolador.


Rafael Dávila Álvarez es general de división (R) y tiene un blog personal en el que proyecta su necesidad de escribir, sin tapujos ni temores: generaldavila.com. El artículo que se transcribe lo publicó el 14 octubre 2024. Leerlo en su sitio web original.

Jarreaba. Al agua cuando la sacas no hay cauce que la conduzca. Como a las tropas. Cuando las sacas del cuartel ya se sabe, volver de vacío es desolador. Vences o mueres, cualquier cosa antes del regreso con la derrota sin enfrentamiento. ¡Tantas horas de duro entrenamiento!

Jarreaba, llover no era suficiente. Pero para eso está el mando, que sabe hasta donde el esfuerzo, hasta donde la maniobra y cual es el punto a partir del cual el esfuerzo solo conduce al inútil desgaste.

No quisiera hablar del desfile del 12 de octubre de 2024, pero creo que es necesario aclarar algunas cosas de las que nadie habla porque no se atreve, porque no sabe, porque le da igual o porque mejor mirar para otro lado.

Nunca debió de realizarse ese desfile cuando se sabía de antemano con científica precisión que no iba a llover, sino que iba a jarrear como suelen decir las tropas. Recuerdo de mis años de joven teniente en operaciones especiales que el límite para saber si llovía y estabas mojado lo medía la elástica del calzoncillo, si esta daba de sí es que ya no admitías más agua. Eso era broma este sábado ya antes del desfile.

Nadie estuvo a la altura de tomar una decisión. Dejar pasar el tiempo y… ¡De frente!

Falta saber el porqué. Alguien debe dar una explicación.

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