Asociación y revista, una voz de la sociedad civil.
Aspiramos por ello a auspiciar en nuestro seno un debate sereno, critico, constructivo, razonable y razonado entre todos, contrastando ideas, propiciando el conocimiento mutuo, y nunca sometidos a interesados posicionamientos de parte.
Parece oportuno que, llegados a los ocho meses del inicio de la nueva época que afronta el grupo que lidera Salir al Aire, ofrezcamos una panorámica un poco más amplia del ideario y de los objetivos que nos impulsan. Para ello, transcribo los puntos en que compendiamos uno y otros.
1.- El Ideario de Salir al Aire se concreta en una sola palabra: España. Acompañando a este nombre se pueden utilizar las apostillas que se quiera o que se crean oportunas (ciudadanía, civilización, Constitución, cultura, democracia, Europa, fe, formación, fraternidad, futuro, Hispanidad, historia, humanismo, iberismo, igualdad, integración, lealtad, libertad, misión, nación, Occidente, patria, progreso, pueblo, razón, sociedad, tradición, unidad, universalismo…), pero él es el eje determinante y definidor por excelencia de nuestro Ideario.
2.- En concordancia con ello, la revista Salir al Aire, y la asociación -cívica y cultural- Salir al Aire, sólo son instrumentos al servicio de ese ideario.
3.- La revista Salir al Aire plasma el pensamiento genérico y la idea práctica del ideario. En este sentido, se atiene al significante de la frase el pensamiento sin acción es estéril; la acción sin pensamiento es barbarie. Pensamiento siempre crítico y razonado. Acción siempre mesurada y constante.
4.- La asociación -cívica y cultural- Salir al Aire aporta el elemento humano y comprometido al servicio del ideario.
5.- La revista Salir al Aire, en su función de instrumento al servicio de España, no pretende ser una publicación más de las de información política al uso, ni competir con las muchas cabeceras informativas que se dedican a ello, aun sin desdeñar la utilización de medios de ese tenor cuando así se crea oportuno. Nuestro objetivo es más amplio y ambicioso: suscitar energías y sinergias entre todos aquellos que creen necesario abrir una etapa histórica de regeneración vital de la nación, al socaire poético y profético de Antonio Machado:
Mas una nueva España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que nace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora:
¡España de la rabia y de la idea!
6.- Las energías y sinergias a suscitar están latentes hoy en muchas asociaciones, grupos, movimientos y personalidades que florecen por toda España, pero que se muestran ahogados demasiadas veces por la morralla politiquera. Esos movimientos, grupos, personalidades y asociaciones, a los que en conjunto denominamos ‘sociedad civil’, son los destinatarios naturales de nuestro pensamiento y de nuestra acción. Dar voz a cada uno de ellos más allá de su propio círculo, facilitar el conocimiento mutuo y la coordinación entre los mismos, alentar sus iniciativas y ayudarles en su desarrollo, son ámbitos de actuación natural para nosotros. Ellos son nuestra razón de ser, y a ellos nos debemos.
7.- En nuestro pensamiento y en nuestra acción caben todos los españoles de buena fe y voluntad, sin distinción de ideologías. Consideramos muy especialmente que es un grave error separarnos en virtud de apriorismos infecundos y artificiales como ‘izquierda’ y ‘derecha’, y, mucho menos aún, de actuar como agentes de este partido o del otro. Los partidos políticos tienen su ámbito de actuación, que es la conquista del poder a través de la pugna de unos con otros; el nuestro es la sociedad civil, la del trabajo, la superación, la armonía y la concordia entre todos los españoles. Aspiramos por ello a auspiciar en nuestro seno un debate sereno, critico, constructivo, razonable y razonado entre todos, contrastando ideas, propiciando el conocimiento mutuo, y nunca sometidos a interesados posicionamientos de parte.
8.- A nuestro parecer y según sentimos, España está letárgica, ha perdido pulso, se hunde en la mediocridad, y corre serio peligro de desintegración. Algunos lo quieren así (a río revuelto, ganancia de pescadores), a muchos les da igual pase lo que pase mientras crean ver medianamente asegurado su adocenado pasar (ande yo caliente y ríase la gente), otros se quejan de todo pero se muestran incapaces de reaccionar (bosteza de política banales dicterios al gobierno reaccionario…), y todo parece fiarse a la acción de la clase política.
La sociedad civil está desvanecida, inerte, catatónica, salvo en contadas y dignas excepciones, y hasta se producen reservas mentales ante la simple palabra ‘España’. Parece que la rebeldía moral ha sido secuestrada y sustituida por la España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, de espíritu burlón y de alma quieta denunciada por Antonio Machado. Ante tal panorama, nosotros nos sentimos rebeldes, y nos identificamos con la mejor tradición patriótica de España, diciendo con Gabriel Celaya: Queremos dar vida, provocar nuevos actos, y calculamos por eso, con técnica, que podemos hacerlo. Nos sentimos ingenieros del verso, y obreros que trabajan con otros a España en sus aceros…
9.- Queremos salir de ese fondo cenagoso, es nuestra voluntad intentarlo. Nuestros objetivos y nuestros deseos, también nuestros sueños, van más allá de las luchas coyunturales del cansino y triste hoy: de los separatismos territoriales, las ideologías divisivas, los identitarismos cargados de idiocia… Nuestro credo es que España, y también Europa y Occidente, necesitan un revulsivo moral y patriótico edificado sobre la dignidad del ser humano, hoy relegado a mero número dentro de una masa amorfa, y objeto de calculadas ingenierías sociales.
Pompeyo Santiago Serna es presidente de la asociación cultural Salir al Aire.