Deberíamos preguntarnos cómo es posible que haya sido propuesta como vicepresidenta de la Comisión Europea una persona, Teresa Ribera, que hace unos meses, siendo ministra, había señalado con dureza a un juez por las decisiones que había adoptado.
El Estado de derecho tiene reglas, y una de ellas es que los ministerios no señalan o cuestionan a los jueces. No lo dogo yo, lo dice el Consejo de Europa y lo asume -en teoría- la Unión Europea. Además, una de las funciones de la Comisión Europea es velar por el respeto al Estado de derecho.
Y a Von der Leyen no se le ocurre más que proponer para unos puestos principales de la Comisión a una persona que ha demostrado su falta absoluta de respeto por ese Estado de derecho.
Las iniciativas de los informes periódicos sobre el Estado de derecho en la UE era una buena idea, pero las instrumentalización política del informe por la Comisión está debilitando su prestigio.
Convertir en vicepresidenta de la Comisión a quien quiebra ese Estado de derecho tampoco ayuda a dotarla de legitimidad.
Se ha propuesto como Vicepresidenta de la Comisión a una persona, Teresa Ribera, que ha señalado públicamente a jueces.
— Rafael Arenas García (@Rafaelarenasgar) November 16, 2024
La Comisión tiene la función de velar por el respeto al Estado de Derecho en la UE.
¿Qué mejor que tener entre sus miembros a una experta en su infracción? pic.twitter.com/8MHYp9RrAY