En Derecho internacional, para consolidar posiciones de cara a la construcción de un Estado, es necesario demostrar que quien pretende crearlo:
- A.- Domina el territorio (afortunadamente se está comenzando a revertir la situación con las manifestaciones y otras acciones en las que la ciudadanía ha salido a la calle a defender sus derechos como catalanes, españoles y europeos).
- B.- Crea Derecho y lo consolida (cuidado ahí, que de facto, están aplicando las leyes declaradas contrarias a la Constitución por el TC, la del referéndum y la de transitoriedad) y transforma las instituciones oficiales creando otras paralelas que suplantan a las primigenias.
Por ello, es importante visualizar que, además de que jurídicamente tenemos la razón, como ciudadanos catalanes, españoles y europeos, no queremos ser sometidos a la estandarización ficticia del "sol poble" que el secesionismo quiere consolidar. De ahí la importancia a oponerse a la estrategia de ocupación simbólica del espacio público que nos quieren imponer. Quien no quiera entenderlo, o no conoce suficientemente bien las estrategias habidas en otros lugares o, simplemente, quiere mantener una falsa equidistancia, cuando no una aquiescencia interesada que favorezca al secesionismo.