Si Winston Churchill hubiera sucumbido a los cantos de sirena de Halifax y Chamberlain, para llegar a una "paz negociada" con Hitler, la esvástica hubiera cruzado el Canal de la Mancha para quedarse.
Calais, Dunkerque... sin ellos el Reino Unido no hubiera podido reestructurar sus tropas y, como expresó Churchill en los Comunes, esperar organizadamente a que desde el otro lado del Atlántico, desde el nuevo continente, se unieran a ellos para reconquistar el viejo continente.
Y la Historia no sería lo que ha sido. No hubiera habido victoria aliada, no hubiera surgido una nueva Europa y no sabemos en qué lugar y bajo qué concepto existiríamos nosotros. Porque de lo que se trataba, y de lo que se trata, es de garantizar la libertad y la democracia, para todos.
