Orgull
En 1860, durante el reinado de Isabel II, tuvo lugar la guerra hispano-marroquí, donde destaca la victoria de las tropas españolas en la batalla de Tetúan.
- Allí, un contingente de voluntarios catalanes dirigidos por el general Prim y Prats se lanzaron contra las posiciones rifeñas logrando el cese de los ataques a las ciudades de Ceuta y Melilla.
Augusto Ferrer-Dalmau, pintor de batallas, recuerda este episodio con su emocionante Orgull, un lienzo en el que se puede ver a los militares catalanes, uniformados con el traje tradicional y tocados con la barretina, levantando un castell para superar la alcazaba y acceder al interior.
- También se iza en ese momento la bandera española en la fortaleza marroquí.
- El objetivo del pintor, según explica él mismo, era representar la unidad entre el soldado catalán y la defensa de España.
Del blog El pintor de batalla, complemento del diario digital ABC
El Cuerpo de Voluntarios Catalanes fue fundado el 24 de diciembre de 1859, cuando el Ejército Español avanzaba hacía Tetuán.
- Se trataba de 466 hombres al mando de D. Victoriano Sugrañés, ataviados con la clásica vestimenta de su región: calzón y chaqueta de pana azul, barretina y faja encarnada, polainas de cuero, canana por cinturón, chaleco listado, pañuelo de colores anudado al cuello, y manta a la bandolera.
El contingente llegó a Marruecos el 3 de febrero de 1860, a primera hora de la tarde.
- Al mando de su oficial superior, el teniente coronel Sugrañés, formaron ante la plana mayor de Prim. «Cataluña será en Marruecos la cabeza de España», afirmó en público uno de los presentes, según recoge el testimonio de Pedro Antonio de Alarcón.
- Se esperaba mucho de ellos, y así se lo hizo saber su general, que les arengó en su lengua natal, el catalán, exhortándoles a defender la honra de su bandera y de España
Cuenta el historiador Alfredo Redondo que en su primer combate, los catalanes se encontraron con que no tenían escalas a mano para entrar en la Alcazaba de Tetuán.
- Entonces el general Prim, sabiendo que muchos de ellos eran de su comarca natal, Reus y el Campo de Tarragona, y en las fiestas populares había visto muchas veces a hombres levantando torres humanas, les grito: “Ala, minyons, feu la torre, i a dalt!”.
Entonces, los brazos de los voluntarios se aferraron para iniciar “la base de la columna humana que se alzó esforzadamente al pie de la muralla y unos sobre otros, hasta que, al final, el más ágil, el sargento primero Luis Baró i Roig, trepó sobre sus compañeros y ya en la cima, izó la bandera española en la torre más alta de la ciudad de Tetuán”.
- De esta forma los voluntarios catalanes consiguieron que la bandera española ondeara por primera vez en Tetuán