Flirtear con la violencia
02 de septiembre de 2018 (21:16 h.)
Frente a los lazos amarillos y la presencia de símbolos partidistas en la calle no cabe la equidistancia
La lógica del nacionalismo es siempre la misma: dame lo que pido o atente a las consecuencias.
Ahora mismo hay un peligroso clima de tensión en la sociedad catalana a cuenta de los lazos amarillos con exaltados en ambos lados. Pero no nos equivoquemos: el problema reside en que los que dan por descontado que Catalunya es solo suya no aceptan que se les discuta su derecho al monopolio del espacio público y al uso partidista de las instituciones o los Mossos. Nada nuevo, solo que años atrás casi nadie rechistaba.