Molt honorable Albert Boadella

Texto del discurso del presidente de Tabarnia

«Ciudadanos de Tabarnia, no estoy aquí. No estoy aquí porque los usurpadores de sentimientos, de dinero, de instituciones, de clubs y de banderas han hecho irrespirable este territorio para los amantes de la libertad y el buen humor...

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«Ciudadanos de Tabarnia, no estoy aquí. No estoy aquí porque los usurpadores de sentimientos, de dinero, de instituciones, de clubs y de banderas han hecho irrespirable este territorio para los amantes de la libertad y el buen humor. No estoy aquí porque el lugar donde nací se llenó de rufianes que lo trinchan todo, y han dividido Cataluña, pretenden dividir toda España y también Europa, si pueden.

Ya han roto familias, amistades y negocios, y no les importa llevarnos a la ruina más absoluta. Pero por fin, la rosa de Abril, Morena de la Sierra, ha iluminado la catalana tierra de unos anticuerpos capaces de reaccionar ante la epidemia: son los ciudadanos de Tabarnia, que han comenzado el renacimiento, el renacimiento del sentido común.

Han dicho ¡basta! a tantos capullos disfrazados de segadors. Han dicho ¡basta! de envenenar la cabeza de los niños. ¡Basta! de incitar al odio al vecino del rellano. Queremos seguir siendo copropietarios del Museo del Prado, de la Alhambra de Granada y del Pilar de Zaragoza.

En Tabarnia queremos reírnos con libertad, queremos reírnos de todo y de todos, sin ser perseguidos como traidores. Queremos hacer buenos negocios sin mor-didas institucionales. Queremos pasar las navidades sin malas ca-ras. En definitiva, queremos tener al gran Josep Pla en la misma estima que tenemos a los euros.

En Tabarnia cabe todo el mundo. Ya nos apretaremos un poco si hace falta. Ahora bien, no vengan con tractores, que no cabremos.

«El payaso Boadella», dirán los rufianes. Es cierto, soy un payaso. Pero a su lado soy sólo un modesto aprendiz. Porque por mucho que he hecho, por mucho que me he esforzado, por mucho que he trabajado, no he conseguido nunca superarlos. Siempre han ido por delante con sus farsas. Sus golferías son espectaculares. Han hecho del Parlamento el auténtico Teatro Nacional de Cataluña. Y como expertos en el engaño con dinero público, la verdad es que no tienen competencia posible.

Pero ha llegado el momento de decir: Señores trinchadores y rufianes, sus bufonadas con nuestro dinero se han acabado. La Tabarnia triunfante, rica y plena les avisa de que si siguen insistiendo en este proceso destructivo, nuestra actitud será jovial, explí-cita, pero también muy catalana. Así... Butifarra a la Cataluña que nos quieren imponer.

Ciudadanos: ¡Viva Tabarnia! Que es lo mismo que decir: ¡Viva España!».

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