Es una celebración que invita a mirar con el corazón abierto, incluso cuando sabemos que se avecinan momentos difíciles. La entrada triunfal a Jerusalén es también una metáfora de cómo Jesús entra en nuestras vidas: humilde, pacífico, pero con un mensaje que transforma todo.
Litúrgicamente, es una mezcla de alegría y tristeza: alegría por la aclamación de Jesús como rey, y tristeza porque se aproxima su pasión y muerte. En muchas iglesias se realiza una procesión con palmas bendecidas, que los fieles suelen conservar durante el año como símbolo de protección.
Palmas, fe y esperanza.
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Palmas y ramos de olivo: símbolo de victoria, paz y bienvenida. Recuerdan cómo Jesús fue recibido como rey humilde.
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Fe: la confianza profunda en Dios, incluso en medio del dolor que anticipa la Pasión.
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Esperanza: la certeza de que después del sufrimiento llega la resurrección, la vida nueva.
Procesión de la Borriquita (Domingo de Ramos)
La hermandad de Nuestro Padre Jesús de Gran Poder (Barcelona)
La imagen de Jesús en la entrada en Jerusalén es una escultura en la que Jesús va lomos de un pollino con la mano derecha alzada en símbolo de bendición, lleva túnica tallada de color ocre y un sobremanto de tonalidades rosadas, las potencias que lleva son las antiguas del Gran Poder. En el 2003 realizó su primera estación de penitencia desde la iglesia de Sant Agustí hasta la basílica de la Mercè.
Procesiona los Domingos de Ramos acompañado en su gran mayoría por niños y jóvenes los cuales son los protagonistas de ese día. Una semana antes de la procesión se le dedica un día, en el cual siguen siendo los niños los protagonistas, realizándole el Besapies a Jesús, seguidamente se sube al paso.
Agrupación parroquial de Sant Eugeni I, Papa y Nuestra Sra. del Pilar
Bendición de ramos y procesión desde la iglesia de Sant Eugeni (C/ Londres 40) hasta la iglesia del Pilar (C/ Casanova 175), y misa en la cripta del Pilar. Itinerario: Londres-Borrell-Buenos Aires- Casanova.